Áreas de especialización

El Iram interviene desde 1957 en África, Asia y Latinoamérica. Su actividad está organizada en torno a 7 áreas de especialización. En cada área, las intervenciones prevén, en proporciones variables según las situaciones, la puesta a punto o el perfeccionamiento de útiles, la aplicación o la consolidación de instituciones o de dispositivos colectivos tales como instituciones de microfinanzas, centros de prestación de servicios, instancias de concertación entre los diferentes actores de una filial o de un territorio, etc. El Iram también interviene en la formulación o evaluación de políticas públicas. Estos últimos años, el Iram ha prestado sus servicios en una cuarentena de países (África, Latinoamérica, Asia del Sudeste, Europa) a demanda de administraciones públicas, organizaciones de la sociedad civil o instituciones privadas. Según el caso, estas intervenciones son financiadas por los solicitantes ellos mismos, agencias de cooperación bilaterales, organismos multilaterales, fundaciones o ONG.

El objetivo: una gestión sostenible y justa de los recursos naturales

En la mayor parte de los países en desarrollo, la degradación de los recursos naturales es intensa. Esto se manifiesta sobre todo por la disminución de la fertilidad de los suelos, la desertización, la deforestación, el agotamiento de los recursos hídricos y la reducción de la biodiversidad. Las prácticas, para frenar este proceso, necesitan cambios drásticos en las técnicas de explotación del medio, las reglas de acceso a los recursos naturales y la valoración económica de producciones agrícolas. Estos cambios deben aplicarse a nivel local, nacional, regional e internacional, y son indispensables para evitar una marginación aguda de los pequeños productores, y poder contribuir así, a la preservación de bienes públicos globales (clima, biodiversidad, agua, etc.).

El enfoque: acompañar a los actores locales en la gestión sostenible y justa.

Frente a estos objetivos el Iram privilegia el refuerzo de las capacidades de los actores locales: agricultores, ganaderos, organizaciones profesionales, colectividades locales, servicios de la administración, etc. Para ello se trata de obtener una implicación real de cada grupo de usuarios en la definición, implementación y evaluación de las normas locales de acceso al agua, a la tierra, a los pastos, a los bosques, etc. Del mismo modo, los actores deben ser parte activa en la concepción, la realización y la gestión de inversiones colectivas tales como los pozos, pasillos de trashumancia o las gestiones hidro-agrícolas.

Dos principios guían al Iram en la elaboración de respuestas técnicas, institucionales y jurídicas adaptadas a los problemas locales de degradación de recursos naturales: la igualdad entre los diferentes grupos sociales y la flexibilidad en la aplicación de reglas, frente a las inclemencias climáticos y económicos.

La prevención de conflictos, a través del refuerzo de las normas en vigor en las sociedades locales y/o la construcción de nuevos acuerdos sociales, constituye una preocupación permanente en las intervenciones. Además la mejora de la valoración económica de los recursos comunes es esencial para asegurar la viabilidad de las instituciones locales de gestion.

En este terreno, el Iram interviene concretamente en las siguientes áreas:

  • La gestión descentralizada de los recursos naturales.
  • El aseguramiento de los sistemas pastorales.
  • La hidráulica agrícola.
  • Las políticas de distribución del territorio.

El objetivo: devolver a los ciudadanos las riendas de su desarrollo

Las intervenciones de apoyo al desarrollo local recaen en la gestión concertada de un territorio por sus habitantes, dando así valor a sus proyectos y a sus iniciativas. La mayor parte de las colaboraciones técnicas y financieras son destinadas al apoyo del desarrollo local, debido en parte a la incapacidad de las administraciones centrales de mejorar las condiciones de vida de la población, de gestionar de manera justa y durable los recursos naturales, y de luchar contra la pobreza.

Ya en el transcurso de los 90, un gran número de países se comprometieron con procesos de descentralización administrativa y política. En la mayor parte de los casos, estas reformas preveían una democracia engrandecida y un mejor acceso a los servicios públicos a favor de los habitantes.
Estas reformas constituyen hoy día, un cambio mayor en las relaciones entre los ciudadanos y el Estado, y en las prácticas del ejercicio del poder. Además las colectividades territoriales se convierten en las animadoras principales del desarrollo local adoptando como papel, entre otros, el federar las iniciativas de los actores locales, públicos y privados, a favor del desarrollo de los territorios implicados.

El enfoque de partida: organizar la participación y la concertación de los actores.

El Iram estuvo implicado, desde el principio de los anos 90, en la evolución de los enfoques de desarrollo territorial. Sus intervenciones han puesto siempre el acento en la concertación entre los diferentes actores y en el respeto a las responsabilidades de cada actor en la gestión de los territorios.

Es por ello que el Iram acuerda concederle una gran importancia a la participación de los ciudadanos en los procesos de descentralización, uno de los garantes esenciales del logro y de la durabilidad de estas reformas en términos democráticos. El Iram ha participado en la concepción de herramientas específicas para el desarrollo local y el acompañamiento de colectividades en el ejercicio de sus mandatos.

  • En éste área, el Iram interviene particularmente en los siguientes temas:
  • El apoyo a gobiernos locales
  • La planificación local
  • La cooperación descentralizada
  • El apoyo a la definición de políticas de descentralización
  • La financiación del desarrollo local.

El objetivo: el acceso al crédito de los excluidos del sistema bancario

Inspiradas en las prácticas del mutualismo bancario más recientemente de la Grameen Bank, las instituciones de microfinanza intentan proveer a los excluidos del sistema bancario comercial, de unos servicios financieros eficaces y adaptados (crédito, ahorro, seguro, etc.)

Hoy en día, estas instituciones se estructuran para inscribirse de forma permanente en el paisaje financiero y bancario de los diferentes países. No obstante, aun quedan importantes necesidades de financiación que no son cubiertas ni por el sistema bancario ni por las instituciones de microfinanza, en particular en el terreno de la agricultura.

Es por ello, que el desarrollo local necesita de herramientas financieras originales que quedan todavía lejos de ser inventadas. Por tanto, antes que desarrollar múltiples instituciones de financiación, queda la aplicación de políticas nacionales que permitan enmarcar las prácticas y que promuevan el buen gobierno en el sector.

El enfoque: del apoyo a las instituciones a la concepción y evaluación de nuevos dispositivos financieras

El Iram interviene en el sector de la microfinanza a través de la aplicación, la consolidación y el acompañamiento de instituciones de financiación descentralizadas en las zonas rurales y periurbanas en Africa, Asia y América Latina. Por este motivo, el Instituto desarrolló útiles y procedimientos que permiten a estas instituciones concebir su estrategia de desarrollo, y definir el montaje institucional propicio para un buen gobierno. 

El Iram contribuye a la formación de profesionales del sector, y se moviliza en la definición de los marcos nacionales (políticas públicas, planos estratégicos, marcos de concertación) en favor de la microfinanza y de la financiación rural.

El Iram se implica en la medida y el análisis del impacto del microcrédito sobre el desarrollo económico local y la disminución de la pobreza.

El objetivo: cadenas de valor a reconstruir frente a la liberación en los intercambios comerciales

La liberalización de intercambios internacionales y de las economías agrícolas de los países del Sur ha lleevado frecuentemente al debilitamiento de los operadores y a la reducción de la competitividad de cadenas agroalimentarios locales. Además, puesto que hemos asistido a cambios en las demandas de los consumidores y a una mayor segmentación de los mercados. Las normas de producción, de transformación y de comercialización, se multiplican y son cada vez más exigentes, lo que debilita a los operadores de los países en desarrollo.

Por otro lado, las organizaciones profesionales que surgerion gracias la liberación no están todavía suficientemente estructuradas para asumir el funcionamiento de los cadenas y contribuir a la elaboración de políticas sectoriales.

Estas debilidades son acentuadas por un déficit o asimetría de la información entre los actores y por la dificultad de los responsables públicos, así como de los profesionales de los cadenas, a la hora de analizar los efectos de las políticas implementadas.

El enfoque: mejorar la organización de las cadenas y reforzar las capacidades de los actores

El Iram privilegia el refuerzo de las capacidades de los actores públicos y privados para mejorar el funcionamiento y la competitividad de las cadenas agroalimentarias, y para construir con las condiciones necesarias que permitan un mejor acceso de los productores a los mercados.

Para lograrlo, el Iram sostiene la estructuración y la profesionalización de los actores apoyando a las organizaciones de productores para definir sus estrategias comerciales y sus relaciones con el resto de colaboradores de las diferentes cadenas.

El refuerzo de dinámicas interprofesionales entre operadores económicos de una misma cadena, mediante la aplicación de estructuras de consulta y de instrumentos de contractualización, comparte el mismo enfoque.

Del mismo modo, los sistemas de información sobre los mercados y los observatorios de las cadenas, favorecen el acceso a la información del conjunto de actores. Por fin el Iram desarrolla instrumentos de apoyo a la decisión, tales como lel instrumento de análisis de efectos de las políticas de cadena.

En esta área, el Iram interviene más sobre los siguientes temas:

  • La organización de los actores por cadena.
  • La aplicación de sistemas de información.
  • El apoyo en la definición de las políticas de cadena.

El objetivo: un mundo rural frágil y confrontado a múltiples mutaciones

El 70% de los pobres se concentran en zonas rurales. Viviendo la mayoría de la agricultura, sus estrategias privilegian la alimentación de sus familias debido principalemente a las inclemencias climáticas y económicas existentes. Combinan así actividades agrícolas y no agrícolas diversificadas, la participación en las redes sociales de solidaridad, la venta de la fuerza de trabajo, la inmigración puntual o de larga duración, etc. Es por ello que el entorno de la población rural es cada vez más complejo y restringe los márgenes de acción. El crecimiento demográfico acelera el éxodo rural dirigido a las ciudades donde las actividades económicas son aun débiles. Los conflictos de acceso a los recursos naturales sobrexplotados son crecientes. Las tensiones geopolíticas y socioeconómicas endurecen las posibilidades de migración. La liberalización y el retroceso de los Estados crean oportunidades en las que los actores mejor preparados obtienen recompensas, pero desfavorecen agudamente a los excluidos.

En este contexto, reformular las políticas y los apoyos a la producción agrícola y a las actividades en medio rural son esenciales para luchar contra la pobreza.

El enfoque: del diagnóstico al acompañamiento de las innovaciones institucionales

Para ayudar a las poblaciones rurales a anticiparse o a acompañar los cambios, el Iram se apoya sobre diversos registros:

  • La comprensión de las dinámicas de los sistemas de producción y de actividades de las poblaciones rurales considerando el elaborar conjuntamente proposiciones de actuación que respondan a las necesidades de los agricultores y de las poblaciones rurales en general.
  • El apoyo a las organizaciones de productores y poblaciones rurales en el terreno técnico, organizacional, económico y comercial, y en el refuerzo de la estructuración del mundo rural.
  • La concepción y el acompañamiento de dispositivos de apoyo y de asesoramiento, que responden a la diversidad de las demandas de la población rural, y contribuyen a su profesionalización: centros de gestión; dispositivos de consejo, centros de prestación de servicios.
  • La elaboración de políticas innovadoras que aseguren el entorno económico y que garanticen la financiación de la agricultura, el acceso al terreno, y que favorezcan por tanto, el desarrollo de la agricultura.

En este apartado, el Iram interviene concretamente en las siguientes áreas:

  • Dinámica de sistemas de producción.
  • Dispositivos de asesoramiento.
  • Estrategia de las organizaciones de productores.
  • Políticas agrícolas.
  • Herramientas de financiación de la agricultura.

El objetivo: la elaboración de políticas públicas concertadas que respondan al interés general

Bajo la presión financiera, los Estados reformaron sus políticas. Su intervención se limita a corregir los defectos del mercado: proveer de bienes que el mercado no puede producir, regular la competencia, primar el acceso de los actores a la información y facilitar el desarrollo de los servicios (crédito y seguro agrícolas), o reducir las desigualdades. Por otro lado, la liberalización de las economías y la descentralización de las decisiones permitieron la aparición de nuevos actores de la sociedad civil y del sector privado.

En este contexto, el reposicionamiento de los actores unos respecto de los otros, y la redefinición de sus roles es esencial. Sobre el plano técnico-económico y comercial, estos actores son confrontados con la necesidad de construir sus posiciones, de reforzar sus capacidades de negociación y de decisión, y de acceder a una información actualizada para contribuir a la elaboración de las políticas publicas.

El enfoque: combinar peritaje económico y mediación social, de lo local a lo internacional

El Iram trabaja tanto con las organizaciones de base como con los operadores privados o responsables públicos, con los estados y las colectividades territoriales del Sur, y con las agencias de cooperación. Además, su capacidad de mediación entre actores es valiosa a la hora de construir políticas concertadas. El Iram interviene concretamente en los siguientes temas:

  • Las estrategias de formación agrícola.
  • La integración regional y políticas comerciales.
  • La prevención y la gestión de las crisis alimentarias.
  • La lucha contra la pobreza y las desigualdades.
  • La implicación de los actores en las políticas.
  • La ayuda pública al desarrollo.

El Iram dispone de capacidad suficiente para intervenir a diferentes escalas: el apoyo a los actores locales, la reforma de las políticas nacionales, el apoyo a las estrategias de inserción a nivel internacional. Interviniendo en las relaciones entre las diferentes escalas, el Iram contribuye a poner coherencia en las dinámicas de desarrollo local, en las estrategias nacionales, en las políticas regionales y en las negociaciones internacionales.

El objetivo: la participación de las mujeres en los procesos de desarrollo

Las mujeres desempeñan un papel central como fuerza de trabajo en la producción agrícola y artesanal, en la transformación de productos y en su comercialización en los mercados rurales y urbanos. En Africa del Oeste, están encargadas, entre otras muchas cosas, de entregar los productos para la alimentación diaria y también soportan frecuentemente otras cargas como los gastos de la salud y de la educación. Debido a estas responsabilidades económicas y familiares, éstas ocupan una posición social que reduce su acceso a los recursos, a la información y a la formación. Su papel es minusvalorado y como consecuencia sus voces encuentran escasa representación en las instancias locales de decisión. En resumen, esto constituye un riesgo de empobrecimiento para un gran número de familias. Frecuentemente, los proyectos de desarrollo se dirigen exclusivamente a los hombres y tienden así, a marginar a las mujeres. Sin embargo son actores necesarios para el desarrollo y el refuerzo de sus capacidades es determinante en el futuro económico, social y político de las sociedades del Sur.

El enfoque: la integración de género de forma transversal y específica.

El Iram cuenta con numerosos herramientas para el análisis de los papeles e inconvenientes específicos ligados a las mujeres en cada contexto, con el fin de proponer estrategias de intervención adaptadas. Estas son a su vez, integradas en la definición de los proyectos y de los programas, en su implementación y en su evaluación. Se trata de acciones especificas como la aplicación de sistemas de crédito exclusivamente destinados a las mujeres, o bien de sistemas mixtos, a condición de prever medidas favorables a la participación de la clientela femenina en el sistema.

El Iram implementa esta perspectiva de género en sus diferentes intervenciones, en particular en los dominios de la microfinanza, de la gestión de recursos naturales, del desarrollo local y de apoyo a las organizaciones rurales.